Xochitlalli

El lunes 24 de marzo, se llevó a cabo la ceremonia del Xochitlalli, en la explanada de la Secundaria y Bachillerato: Los alumnos de segundo semestre fueron los encargados del evento, donde nos acercaron a los rituales ancestrales del mes de marzo. 
El ritual se completó con las danzas prehispánicas que realizaron los alumnos del Colegio de Bachilleres, quienes año con año apoyan esta festividad.
Agradecemos a los alumnos de la materia de Taller de Lectura y a la Profesora Susana Suazo la difusión de estas tradiciones.

A continuación una breve explicación de este ritual:
El Culto a las cuevas

La importancia que tuvieron las cuevas para los pueblos mesoamericanos ha sido diversa y por lo mismo éstas tuvieron gran variedad de significados. Inicialmente debieron servir como refugio y sitio de habitación; posteriormente obtuvieron otras connotaciones más relacionadas con la religión y por lo tanto se convirtieron en boca o vientre de la tierra, entradas al inframundo, morada de los dioses del agua y los de la muerte. En no pocos casos estos espacios se convirtieron en lugares de culto que servían a ciertos rituales y en los que se debían dejar las ofrendas a las deidades, por lo tanto las cuevas constituían áreas sagradas del paisaje natural. Éstas también sirvieron como un ámbito ideal para enterrar a los muertos.
Es en estás cuevas donde se ha celebrado la festividad del Xochitlalli, ceremonia que se celebra año con año en varias localidades de la sierra de Zongolica. Al parecer esta festividad está relacionada con los ritos propiciatorios a través de los cuales se alcanza el favor y los dones de la Naturaleza para obtener buenas cosechas. El cultivo del maíz no sólo es indispensable para la subsistencia, sino también para crear y recrear las concepciones ancestrales sobre cómo se obtienen los frutos naturales, pues se conciben como surgidos de una negociación entre los hombres y la Naturaleza,
El Xochitlalli se realiza en varias cuevas de la región el primer viernes de marzo, y en él se rinde culto a Nana “Tonantzin”, como llaman los nahuas del área a la diosa de la Tierra; en la ceremonia se agradece por las cosechas que se tuvieron durante el año.
Esta fiesta es una fusión de creencias y tradiciones autóctonas y religiosas traídas durante la conquista. En primer lugar se encuentra el culto a las deidades de la lluvia, propio de las antiguas sociedades agrícolas, así como el culto en las cuevas con todos los mitos que esto implica. Del lado católico se pueden apreciar un crucifijo, imágenes impresas de vírgenes, cristos o santos, rosarios y escuchar oraciones judeo-cristianas. Finalmente observamos el catolicismo popular resultado de esta mezcla, en el cual hay procesiones, una cruz, el altar verde que se suelen poner en el interior de la cueva y flores, se escuchan oraciones de agradecimiento y la del Padre Nuestro, prenden veladoras y queman incienso.
En el altar, que puede estar dentro o fuera de la caverna, se ofrendan flores, se encienden velas, se deja algún tipo de bebida y se realizan las oraciones a la cruz que está totalmente adornada con flores, se ofrendan frutas y se acompaña de incienso. Después de la ceremonia se brindan alimentos y bebidas a los concurrentes, que por lo general son gente de la comunidad y algunos invitados. Mientras todo esto sucede los músicos, algunos de los cuales vienen desde otros poblados, se instalan en la parte exterior de la cueva y no dejan de improvisar coplas.
http://www.oztotl.com/ps/reports/El_Culto_de_la_Cueva.pdf

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